martes, 16 de junio de 2009

Cholitas wrestling: “Estuvimos en el Show de Cristina”

"Las Cholitas wrestling por el mundo y en Univisión de Cristina Saralegui"

“Estuvimos en el Show de Cristina”

Las cholitas cachascanistas de La Paz estuvieron la semana pasada en el famoso Show de Cristina, en Miami. Se alojaron en un hotel de cinco estrellas, viajaron en limusina y fueron la principal atracción de un ring donde compartieron minutos de fama con luchadores mexicanos y estadounidenses. Detalles y anécdotas de una experiencia que, para ellas, fue única.

Texto: Anna Infantas | Fotos: Mónica Oblitas

Aún está emocionada, como si hubiera sido ayer cuando llegó a la cosmopolita Miami para participar, nada menos, que del Show de Cristina Saralegui... "¡No lo puedo creer!", exclama 'Julia, la paceña'; o si prefiere puede llamarla María Remedios Condori, como la bautizaron sus padres hace 32 años. Los recuerdos de la luchadora boliviana no tardan en venir a su mente, y cómo evitarlo si para ella fue inolvidable... "I-nol-vi-da-ble", deletrea la mujer, mientras se aleja de la bulla que interrumpe la charla a través del teléfono.

Un minuto de popularidad que jamás se hubiera dado si no fuera por la Internet, donde los productores de la famosa conductora (con más de 4.000 programas grabados en su haber) se encontraron con una curiosidad muy boliviana: cholitas paceñas cachascanistas. Con la fama bien ganada de bravas, La Paz es el único lugar del país donde la lucha libre (surgida en los años 50) se ha mantenido como espectáculo fijo. El personaje de la chola peleadora, introducido hace tres años para salvar el negocio, lo ha logrado. Es comprensible, entonces, por qué la gente de Saralegui no dudó en contactarse con el representante Nelson Calle para llevar hasta Estados Unidos a cuatro de sus mejores luchadoras. Ellas, dice él, no tuvieron que poner ni un centavo, salvo, por supuesto, para ciertas cosas. Dicho sea de paso, las cholitas luchadoras tuvieron apenas una semana para tramitar sus visas, además de otros documentos necesarios para viajar al país del norte. Según 'Julia', corrieron con mejor suerte que hace un par de años cuando les llegó la invitación para asistir al Show de Don Francisco y no pudieron ir por falta de visa. "En tiempo récord no sólo sacamos nuestros papeles, sino que también tuvimos que conseguir otras chicas, porque mis otras compañeras estaban luchando en Cochabamba", cuenta 'la paceña'.

Junto a María Remedios, se subieron al avión, cargando sus mejores polleras y malabares, Lorena Verónica Villa ('Elizabet, la robacorazones)', Mery Llanos ('Juanita, la cariñosa') y Raquel Mamani ('Sarita, la romántica'). Las cachascanistas empezaron su odisea el 8 de julio y apenas pusieron un pie en el Miami International Airport (MIA), no pudieron pasar desapercibidas; las miradas curiosas se detuvieron en sus amplias faldas, sus tejidas mantas y sus sombreros de hongo, como tampoco faltaron quienes se animaron a preguntarles por su peculiar vestimenta. "Los extranjeros nos miraban bien raro", dice María Remedios... Y de seguro hubieran quedado más desfigurados al saber que ni las faldas ni los zapatitos de aguayo son, para ellas, un obstáculo para realizar las osadas vueltas carnero y patadas voladoras sobre un cuadrilátero, mientras sus fanáticos, desde las tribunas, les suelen gritar: "¡Uno, dos, tres!".

No era la primera vez que subían a un avión ("también fuimos a Perú al programa de Magaly Teve"), aunque -claro está- jamás se habían hospedado en un hotel de lujo, o como afirma 'Julia, la paceña,' "un departamento que parecía tener más de cinco estrellas. Era muy lindo en allá...".

Al día siguiente de su arribo, la producción del programa las llevó al set en una limusina blanca. "Era bien grande y hasta tenía un bar". Si bien al mediodía las recogieron, la filmación recién comenzó a las 16:00. "Fuimos a probar el ring y ahí conocimos a los luchadores mexicanos y estadounidenses". Tuvieron que esperar bastante tiempo para conocer de cerca a la cubana Saralegui, integrante del grupo de los 25 hispanos más influyentes en Estados Unidos. Sólo les concedieron unos segundos, los suficientes para escuchar de boca de Cristina las ganas que tenía de conocerlas... "Chicas, he hecho todo lo posible para que ustedes vengan aquí... Y mi sueño se ha hecho realidad", les dijo.

La grabación (en uno de los tres estudios de Blue Dolphin Studios) duró una hora, aunque las cholitas bolivianas únicamente tuvieron un minuto para demostrar su lucha libre, compartiendo el escenario con luchadores gays, mexicanos y estadounidenses. "Como éramos cuatro, nos lo hemos partido. Los mexicanos, por ejemplo, se daban muy despacio, no se golpeaban como nosotras; hasta ellos se sorprendieron cuando entramos a pelear... ¡Bien duro nos hemos dado en el ring y con polleras! De seguro que a México también nos invitan", afirma María Remedios, que lleva ocho años encima en un cuadrilátero, como una herencia de su padre y hermano. "Ellos también son luchadores". Fue su hermano, conocido en el ambiente como ‘Histeria’, que la animó a unirse a este espectáculo surrealista: "¿Puedes hacer lucha libre?", le preguntó y ella respondió: "Claro, pero con polleras no voy a poder". Era la época de Furia de Titanes y, según María Remedios, las cholitas eran discriminadas; por eso, empezó luchando sin polleras. Un buzo era su vestuario de entrenamiento, pero un día se olvidó de llevarlo. "Entrená nomás con polleras", le dijo 'Histeria' y así lo hizo 'Julia', que animó a sus amigas Carmen Rosa y Yolanda a seguir sus pasos. "Es como estar entrenando con deportivo", les aseguró. Lo que siguió después ya es parte de sus anécdotas, como haber estado con la propia Cristina Saralegui o haber tenido que soportar los duros golpes de los hombres. "Pocas aguantamos; al comienzo los hombres eran malos y no nos querían enseñar".

Se estima que hay media docena de luchadoras de polleras, especialmente concentradas en La Paz y El Alto. La mayoría tiene otro empleo, desde empleada textil hasta vendedora de baratijas. Pero eso no significa que no tomen la lucha libre lo más serio posible. Tiene que hacerlo, porque una mala caída puede ser fatal. Tampoco tienen asistencia sanitaria ni seguro de vida, y su sueldo depende de los contratos. Luchadoras con experiencia, como 'Julia', cobran entre $us 50 y 70 por espectáculo ('Histeria,' su hermano, gana Bs 300 o $us 50, mientras que los novatos a duras penas llegan a Bs 50 o Bs 100). Y así como hay meses en los que pueden tener hasta tres contratos; otros quedan desempleados. Por eso, su talento no sólo lo muestran en La Paz, sino que organizan festivales en los pueblos, donde el público se duplica. "El viernes llegamos de Miami, al otro día nos fuimos a Villa Victoria y el otro fin de semana a Patacamaya". Eso explica la ausencia de sus colegas de Miami cuando estábamos realizando esta nota. "Están de gira y no hay señal por esos pueblos. Tal vez lleguen el viernes", asegura su representante.

"Nuestra pasión es luchar. Organizamos peleas porque nos gusta, ya sea para perder o para ganar", explica, emocionada, María Remedios, madre de dos hijos, que cuando no está tras las cuerdas, ayuda a su marido en un taller de extractores eólicos o es cocinera en un restaurante para turistas. Ese aspecto de su vida también llamó la atención de Cristina Saralegui cuando la entrevistó, así como la cantidad de accidentes que tuvo... "Yo le dije que me había fracturado mi clavícula, me había doblado mi tobillo... pero que seguía en la lucha libre", recuerda la cachascanista y luego agrega otro detalle: "Sólo fueron cinco minutos de entrevista para las cuatro".

'Las cholitas bolivianas', como fueron presentadas en el programa de Univisión, que saldrá al aire dentro de un mes, se quedaron con la ganas de tomarse fotos con la cubana, tampoco les permitieron filmar. "Nos lo han prohibido. Nos dijeron que por Internet nos van a mandar", dice María Remedios, una apasionada luchadora que sólo a los 50 años colgará ‘las polleras’. "Un hombre pelea hasta los 60 ó 70 años, yo quiero nomás hasta los 50".

Espectáculo. Cada fin de semana, varias personas se reúnen en el Coliseo Cerrado de La Paz para ver en acción a los cholitas luchadoras. Los movimientos de ‘Julia’, ‘Sarita’ y ‘Elizabet’ son sorprendentes. Leer más.

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