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martes, 19 de marzo de 2019

Colocan de moda máscaras de mini luchadores para cumpleaños

El Alto, 20 mar.- Festejar el cumpleaños con payasos, títeres y mimos se ha convertido en algo común, en tal sentido la familia del doctor Marco Chambilla y la licenciada Marisol Kaly que viven en El Alto decidieron celebrar el té piñata de su hijo con una fiesta de disfraces (máscaras e indumentarias de luchadores).

Un centenar de niños se dieron cita para celebrar el té piñata de Juan Pablo Chambilla en el salón “Hakuna Matata” ubicado en Villa Tejada Rectangular, al margen de la chocolatada, la torta, las galletas, las pipocas, brillaron diversas máscaras de luchadores.

La máscara es la esencia de un luchador, sirve para cuidar la identidad de un personaje encima del cuadrilátero y también genera alegría a cientos de niños. Emert Cori, conocido en el mundo de la lucha libre como “Ninja Boliviano”, no solamente domina el cuadrilátero con sus espectaculares llaves y caídas pues hace más de 16 años atrás se ha convertido en confeccionista y diseñador de máscaras e indumentarias de luchadores nacionales e internacionales, así confeccionó máscaras de peleadores del Concejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) y, la Triple AAA.

“Mediante las máscaras para niños quiero transmitir alegría, con el propósito que los menores puedan ser amantes del mundo de la lucha libre (…) quiero empoderar a los niños y convertirlos en superhéroes a corta edad, así puedan soñar saltando desde la tercera cuerda con vuelos mortales y hacer acrobacias que el deporte de la lucha libre exige”, declaró el Ninja Boliviano.

Nina Boliviano hizo máscaras para niños de uno a siete años. Rey Mysterio y Sexy Star, catalogados como “luchadores minis” irradiaron en el té piñata, además realizaron saltos acrobáticos la Parkita y, el Espectrito, utiliza una máquina de coser y mucha imaginación, también pretende confeccionar mallas, capas, buzos, muñequeras, manoplas, poleras, canilleras y rodilleras “minis” elaborados con licra brillosa y cuero charol.

Instructor y confeccionista

Durante la semana, Ninja Boliviano impulsa una escuela de lucha libre en el gimnasio Sparta ubicado en la avenida Buenos Aires, esquina Villamil de Rada, frente al mercado Hinojosa, su principal objetivo formar peleadores de las nuevas generaciones y paralelamente innova la confección de máscaras e indumentarias para luchadores minis. Las personas interesadas en contratar sus servicios pueden contactarse vía whatsapp y llamadas al 725 25 0 27.

//AM/EABOLIVIA.COM//


jueves, 5 de julio de 2018

Ninja boliviano, más de 15 años confeccionando máscaras

La Paz, 5 julio.- La máscara es la esencia de un luchador, sirve para cuidar la identidad de un personaje encima del cuadrilátero. Emert Cori, conocido en el mundo de la lucha libre como Ninja Boliviano, no solamente domina el cuadrilátero con sus espectaculares llaves y caídas pues hace más de 15 años atrás se ha convertido en confeccionista y diseñador de máscaras de luchadores bolivianos.

Este joven luchador hizo máscaras para Histeria, Míster Veneno, Súper Muñeco, Caballero Tigre, Kunfu boliviano y Sombra Vengadora Padre, ha elaborado 300 máscaras aproximadamente. Utiliza una máquina de coser y mucha imaginación, también ha confeccionado mallas, capas, buzos, muñequeras, manoplas, poleras, canilleras y rodilleras.

Hasta el momento su mayor logro fue haber confeccionado máscaras para México de Blue Demon, Doctor Wagner, El Místico, Santo, Tinieblas y Mil Máscaras.

“En la lucha libre la máscara se ha convertido en señal de identidad, en promesa de amenaza y en protectora del rostro cotidiano, empodera al luchador, le permite una transfiguración heroica y trasciende valores predominantes encima del ring”, explica Ninja Boliviano.

Con un semblante lloroso agradece a Sombra Vengadora Padre por haberle formado como luchador profesional. Las primeras máscaras que ha elaborado fueron de Black Panter y Águila Tapatía en la década de los noventa.

Historia de la lucha libre

Para el Ninja Boliviano el “Santo”, es el luchador enmascarado de origen mexicano con mayor influencia en toda la historia luchística por su participación en el séptimo arte, derrotar villanos en películas de antaño marcaron la vida de cientos de cinéfilos de Mexico y Bolivia.

En reiteradas oportunidades se ha visto desafíos máscara contra cabellera, según el Ninja Boliviano la pérdida de la máscara (que un rival se la quite a otro) significa el retiro definitivo del luchador, en pocas palabras la muerte total del personaje que quedará registrada en la memoria de cada uno de los amantes de la lucha libre.

“En nuestros días no hay mayor tragedia que perder la máscara, por eso son contadas las ocasiones en que los luchadores con mayor tradición la exponen y normalmente se hace desafíos sangrientos contra sus más acérrimos rivales”, puntualizó.

Profesor de lucha libre

Actualmente, Ninja Boliviano impulsa una escuela de lucha libre en el gimnasio Sparta ubicado en la avenida Buenos Aires, esquina Villamil de Rada, frente al mercado Hinojosa. Tiene 17 alumnos registrados, cuentan con personal capacitado para el adecuado aprendizaje del deporte espectáculo de la lucha libre, al margen del Ninja también instruyen el entrenamiento Comando Zabala, Histeria y Míster Atlas. Su principal objetivo formar peleadores de las nuevas generaciones.

Las personas interesadas en adquirir una máscara de lucha libre y entrenar lucha grecoromana pueden contactarse vía WhatsApp y llamadas al 725 25 0 27.

AM/EABOLIVIA.COM




El Magnífico devela su vida

La mayor apuesta que puede hacer un contrincante de lucha libre es poner en la línea de fuego su máscara o su cabellera. Estos enfrentamientos generan mayor expectativa en el público y son las peleas centrales en el cuadrilátero dominguero en el Multifuncional de la Ceja de El Alto. Mario Parisaca, conocido también como El Magnífico, lucha desde hace más de dos décadas y ha hecho que un par de contrincantes pierdan su preciado cabello.

De lunes a sábado, su oficio es diseñar y confeccionar todo tipo de atuendos en su taller Sastrería Parisaca Fashion, en el barrio de Los Pinos. Comenzó con este oficio cuando aún estudiaba para salir bachiller. Todos los días caminaba desde la zona de La Portada (norte de la ciudad) hasta Sopocachi para aprender a remendar, zurcir y modificar prendas. Su sueldo era de 5 bolivianos a la semana, monto que luego fue creciendo paralelamente con su experiencia con la aguja y las tijeras.

Cuando se sintió listo, abrió su primer taller. Y tras este logro decidió cumplir aquel sueño que tenía desde niño: coser su propio traje de lucha libre. Y es que Mario creció admirando a figuras como Tataque y Sombra Vengadora, en su pueblo natal, Puerto Acosta. Cuando se trasladó a La Paz, al fin pudo verlos luchar en el cuadrilátero del Olimpic Ring en San Pedro y en el exzoológico.

La llamada a este deporte le llegó a sus 24 años. Le dijeron que ya había pasado su tiempo, que era muy viejo, pero inspirado por las trayectorias de los grandes de esta afición, no se dio por vencido. Durante dos años solo entrenó, luego dio exhibiciones gratuitas y cuando su nivel mejoró, comenzó a cobrar por cada enfrentamiento. Su primer traje era rojo con negro y lo diseñó y confeccionó él mismo, a excepción de las botas. Se inspiró para el atuendo en luchadores mexicanos clásicos como El Santo o Blue Demon.

Majoto Morimitsu, El príncipe de Tokio, fue uno de sus instructores. Junto a él entrenó, tres veces a la semana, un grupo de jóvenes apasionados por la lucha que hizo giras por todo el país. “En una oportunidad en la que visitamos Huanuni (Oruro) me enfrenté a tres oponentes diferentes, porque éramos pocos y teníamos que completar cinco peleas. Volví feliz, pero muy lastimado a La Paz”, narra entre risas.

Durante ocho años, desde 2000 hasta 2008, Mario peleó cada fin de semana en espectáculos que tenían muy buen nivel, junto a las recientemente aparecidas cholitas cachascanistas. Los shows más gustados enfrentaban siempre a un rudo y a un técnico, oponiendo técnica y acrobacia contra fuerza, astucia y trampa.

“Los luchadores pueden ser rudos o técnicos. Un buen rudo tiene que hacerse odiar: mientras más lo silbe el público, mejor. Como no son tan ágiles como los técnicos, utilizan palos, sillas, focos alógenos o cualquier otra cosa para golpear. También dan golpes bajos. Mientras que los técnicos tienen que jugar limpio, hacen piruetas y saltos. Así, cuando se enfrentan, hacen un buen espectáculo”.

El objetivo de la lucha es entretener al público. Por eso los desafíos le dan más emoción. Cuando dos contrincantes se transforman en rivales, apuestan su identidad como luchadores, que está representada en la máscara o en la cabellera —aunque también puede ser un duelo de máscara contra máscara, por ejemplo—. Si gana el de la máscara, un peluquero entrará al cuadrilátero al final de la pelea para dejar el cuero cabelludo del perdedor al descubierto. Y si gana este último, desenmascarará a su rival frente a todos.

En casos excepcionales, el público puede perdonar al perdedor si considera que la pelea se ha ganado injustamente. “La gente a veces no acepta que se gane con mucha trampa, así que apoya al perdedor, hasta que el otro lo deje con su máscara o su cabello sin cortar”, explica el luchador.

Mario es técnico, pero también pelea como rudo cuando la situación lo amerita. En esos casos, es necesario que cambie de nombre y traje para que la gente no se confunda. Como rudo es conocido como La Calaca y tiene un traje negro que simula los huesos de un esqueleto.

Todo por el espectáculo

Quienes practican la lucha corren muchos riesgos. Para muchos espectadores, los objetos que utilizan están construidos para no lastimar o la pelea está coreografiada, pero El Magnífico asegura que no hay nada de eso. Durante una pelea, la adrenalina impide que los luchadores sientan el dolor de sus heridas en toda su magnitud, pero una vez que su efecto pasa llegan las consecuencias.

Parisaca se ha dislocado diferentes dedos de la mano, una rodilla, la mandíbula y el hombro, que es su lesión más seria. Durante mucho tiempo el único tratamiento al que pudo recurrir, como muchos de sus compañeros, fue al que ofrecen los curanderos naturistas. Después de mucho tiempo se organizaron y accedieron a un seguro de salud que les permitía recibir atención médica en caso de que sus heridas fueran graves.

Elena es la esposa de Mario, y si bien solía disfrutar de los espectáculos domingueros con él, ahora está más preocupada por su salud y le pide que deje el ring.

El tiempo ha marcado su paso. Con 46 años, y más de dos décadas en diferentes cuadriláteros, Mario ha dejado atrás su primer traje rojo y cosió otro, uno más cómodo, que luce los colores de su equipo de fútbol, The Strongest. Tiene cuatro hijos —Gilda, Edson, Lilian y Yuri— y la pasión luchadora se ha transmitido a la siguiente generación. Edson, de 19 años, comenzó a luchar a sus 15 bajo el pseudónimo de El Magnífico Junior. Es técnico al igual que su padre y solo intentó luchar de rudo una vez, aunque el joven comenta que no le fue nada bien en ese rol.

“Edson pelea, pero como se fue un año al cuartel y ahora va a entrar a la universidad, ya no tiene tanto tiempo. El pequeño, Yuri, ha peleado unas cuatro veces, vestido de Chucky (el muñeco diabólico), pero ya no va más porque después quiere lanzarse de los pupitres en el colegio”, dice el papá.

Si bien el sastre aún continúa subiendo al ring del Multifuncional de la Ceja de El Alto, va cada vez menos. Han aparecido diversos grupos y solo hay un lugar apto para estos enfrentamientos, por lo que tienen que turnarse. “Algunos no hacen buena lucha, ponen jóvenes aficionados que solo han entrenado un par de meses. Esto es porque a ellos se les puede pagar menos, y como son nuevos, se conforman”.

Todos los días, Mario sale de su casa en El Alto y llega a la sastrería. Este trabajo le ha permitido mantener a sus cuatro hijos y darles una profesión —Gilda estudia Odontología y Edson entrará a Medicina. Coser fue el camino a una vida próspera y también lo ayudó a cumplir su sueño: transformarse en El Magnífico y escuchar desde el ring el apoyo del público, que aún le pide que se levante y siga peleando.

La Razón

viernes, 1 de junio de 2018

Ninja Boliviano, 23 años en la lucha libre

Conoce al luchador Ninja Boliviano, 23 años en la lucha libre, agradecer al periódico Alarma (2012).


domingo, 11 de marzo de 2018

Luchador sastre en el periódico La Razón

Conoce al luchador sastre Mario Parisaca en la edición de este domingo 11 de marzo junto a La Razón.



jueves, 8 de marzo de 2018

Escuela de lucha libre en el periódico El Alteño

La nota de la escuela de lucha libre en el gimnasio "Sparta" salió publicado el pasado domingo 4 de marzo en el periódico El Alteño.



domingo, 4 de marzo de 2018

Presentan libro de la “Historia de la Lucha Libre en Bolivia”

La Paz, 4 de marzo.- “Historia de la Lucha Libre en Bolivia” es el título del libro presentado por el profesor de 85 años y fanático de ese deporte de contacto, René Rabaza Macuaga, quien hace un compendio en base a cuatro generaciones de cachascanistas.

Rabaza lleva la lucha libre en su sangre, recuerda emocionado haber trabajado en este ambiente armando cuadriláteros, clocando tablones y cuerdas todos los domingos en el coliseo de la calle Ballivián, allá por la década de los años 50s.

El experimentado hombre recuerda que llegó a pelear en el bando de los técnicos bajo el pseudónimo de “Zorro”, pero sin utilizar ninguna máscara.

Rabaza proviene de una familia de nueve hermanos, pero es el único que ha practicado la lucha libre y recuerda que desde sus 14 años asistía a los eventos de lucha greco romana.

“El destino me ha otorgado la felicidad y el orgullo de ser protagonista de este deporte espectáculo y también pertenecer a los verdaderos pioneros de la lucha libre en La Paz”, afirma el autor, quien se declara ser uno de los últimos sobrevivientes de la primera generación de luchadores, pues casi todos ya fallecieron.

René Rabaza Macuaga nació en Ayata, provincia Muñecas del departamento de La Paz el 15 de enero de 1934, profesor de inglés y francés, creador de juegos didácticos y textos escolares. Trabajó durante 24 años en el colegio nacional “Nocturno Ayacucho”.

CUATRO GENERACIONES DE LUCHADORES

Para Rabaza, el 90 por ciento de los luchadores de la primera generación fueron paceños, iniciaban sus espectáculos en el “Luna Park”, coliseo improvisado para las presentaciones de boxeo, ubicado en la calle Ballivián, hoy edificio de la Renta. Era un terreno que tenia la forma de un bañador gigante, el ring fue levantado con troncos, cuerdas de construcción, machimbre y una simple lona para las caídas.

Los primeros peleadores que se presentaron ahí fueron de origen peruano como Oso Siberiano, Ángel Negro, Olson, Sansón y Muralla, que pesaban por encima de los 80 kilos.

La segunda generación se caracterizó por la fundación de gimnasios modernos, convirtiéndose en el principal semillero de luchadores jóvenes, dotados de grandes músculos apropiados para este deporte de contacto.

Entre esa generación surge como revelación Míster Atlas (hoy con 74 años), quien desde muy pequeño fue alumno destacado en Educación Física, especialista en acrobacia, barras y argollas; posteriormente, a los 16 años, fue contratado por los propietarios del circo “Hermanos Morales” como trapecista.

La tercera generación se catalogó como lucha libre profesional pues surgen pequeños coliseos privados para la competencia de los peleadores que a su vez, conforman agrupaciones con el propósito de realizar contratos en El Alto y las entonces 14 provincias del departamento de La Paz. Destacan Halcón Dorado, Comando Zabala, Aquaman, Karateca, Perro Aguayo y Cobra, entre otros.

La cuarta generación se distingue aún por la exitosa aparición de las cholitas luchadoras. Carmen Rosa, Julia, Remedios, Elizabeth, Ángela y Dulce Rosa, son algunas peleadoras que a trenzazos pudieron llegar al programa de Cristina Saralegui en la televisión de Estados Unidos. Cientos de reporteros realizaron documentales de las cholitas en diversos idiomas.

SU OPINIÓN ACERCA DE OTROS LUCHADORES

Míster Atlas: Admirable por representar a los luchadores bolivianos en México y Centroamérica.

Walter Tataque Quisbert: No hace espectáculo, como luchador muy pobre.

Carmen Rosa: Ha tenido una época muy exitosa pero actualmente ha dejado de pelear.

Rey Mysterio: Muy valiente y ágil por llevar la lucha libre mexicana a los Estados Unidos.

Fuente: Visor Bolivia/Alberto Medrano

lunes, 26 de febrero de 2018

Escuela de lucha libre del gimnasio Sparta tiene como instructor al Ninja Boliviano

La Paz, 26 de feb.- La escuela de lucha libre del gimnasio Sparta tiene como instructor al legendario Ninja Boliviano, fue fundada en junio de 2005 empezando con 10 alumnos y hasta la fecha ha logrado formar a 25 peleadores.

La escuela del Ninja Boliviano se quiere constituir en el principal semillero de luchadores profesionales de Bolivia a partir de la ciudad de El Alto.

Actualmente, los atletas entrenan tres veces por semana en el gimnasio Sparta ubicado en la avenida Buenos Aires, esquina Villamil de Rada, frente al mercado Hinojosa. Tienen 17 alumnos registrados, cuentan con personal capacitado para el adecuado aprendizaje del arte de la lucha libre, al margen del Ninja también instruyen el entrenamiento Comando Zabala, Míster Atlas, y Zorro. Su principal objetivo formar peleadores de las nuevas generaciones.

“La escuela de lucha libre surge a la cabeza de mi persona, Comando e Histeria, pretendemos crear nuevos peleadores de lucha olímpica y lucha libre, queremos incentivar el deporte amateur y disciplinas de contacto”, explicó el Ninja.

Para Comando Zabala “muchos de los movimientos en la lucha libre pueden causar lesiones si no se los hace bien. Aunque es algo normal un poco de dolor, al igual que todo deporte de contacto, las llaves del cangrejo, suplex, holandesa, llave del Santo son complicadas de realizar para un principiante, pero en la escuela de la lucha libre vamos a enseñarles paso a paso”.

Ninja Boliviano

Empezó a luchar desde sus 15 años, sus primeros personajes fueron Black Panter, Águila Tapatía, tuvo que revelarse ante su madre, pues, su progenitora no le daba autorización para que luchara. Se declara fiel admirador del Santo mexicano.

Hace 17 años viene entrenando a las nuevas generaciones de la lucha libre. Su rival más exigente fue Histeria; sueña algún día enfrentarse encima del ring contra el mexicano Rey Mysterio. Durante la década de los 90s brilló en Lucha de Campeones, Titanes del Ring y Estrellas del Ring. Sus momentos ingratos fueron cuando los hermanos tétricos Fito y Fiño Jordy le rompieron una silla plástica en la cabeza y lo dejaron hospitalizado tres años.

El gimnasio Sparta tiene la promoción “dos por uno” para todas las disciplinas y las personas interesadas en ingresar al fascinante mundo de la lucha libre pueden contactarse vía WhatsApp y llamadas al 72525027.

Fuente: Visor Bolivia/Alberto Medrano


sábado, 4 de noviembre de 2017

Furia de Titanes vuelve a la televisión este 24 de noviembre

Supay, Craken, Abismo, Radhamantys, La Momia y muchos más. Furia de Titanes vuelve a la televisión este 24 de noviembre.




viernes, 21 de julio de 2017

Para Cresencio Choque el tamaño no importa cuando se tiene talento

Ahora que está de moda el tema de la séptima temporada de Juego de Tronos, esa exitosa serie donde vemos al magnífico actor de talla baja Peter Dinklage que encarna a Tyrion Lannister, podemos darnos cuenta que la estatura no es una limitante para desarrollar habilidades, por el contrario, es momento propicio para reconocer que “el tamaño no importa cuando tienes el talento”.

Y te sorprenderá saber que no es el único caso de una celebridad con baja estatura que triunfa en el mundo del espectáculo. En nuestro país, el programa Bailando por un Sueño recientemente integró en sus filas de famosos a Cresencio Choque, el luchador más pequeño del mundo apodado ‘Criatura de Dios’.

El pequeño gigante de la lucha libre mide apenas 90 centímetros de estatura y tiene 36 años, sin embargo, pese a ser una persona de talla baja el enorme tamaño de su talento en el cuadrilatero lo ha llevado a recorrer una decena de paises y convertirse en un referente internacional en su especialidad ‘made in Bolivia’.

En la próxima temporada de Bailando por un Sueño, Cresencio Choque hará pareja con alguna participante buscando cumplir un sueño solidario de algún afortunado(a). Sin duda que este particular personaje pondrá color a la competencia en su siguiente versión, lo que en definitiva deja bien asentado el dicho popular que dice: “Lo bueno viene en envases pequeños”.

Como Cresencio, otros talentos de talla baja también han triunfado con luz propia en el exigente mundo del entretenimiento.

Red Uno


viernes, 7 de julio de 2017

Retratando la lucha libre boliviana

Retratando la lucha libre boliviana...

Fuente: Miko Meloni
https://www.youtube.com/watch?v=mzKdBusn3nk



lunes, 8 de mayo de 2017

Conozca la vida del Ninja Boliviano

El Alto, 8 de mayo.- Un apasionado por la práctica de la lucha libre y seguidor de Mao Tse Tung, así se define Emeterio Cori Quisbert, más conocido en el cuadrilátero como el “Ninja Boliviano”, quien lleva una década como instructor de este deporte para las nuevas generaciones.

Emeterio Cori Quisbert se declara más que admirador del líder chino Mao Tse Tung, afirma que su religión ahora es maoísta. El luchador de 1,60mts puede levantar 65 kilos en pesas y lleva 27 años en esta disciplina que está muy enraizada en la ciudad de El Alto.

Desde muy niño le fascinaba ver las películas de Artes Marciales y de Taekwondo, tenía como ídolo a Bruce Lee. Antes de cumplir su servicio militar plasmó sus sueños y ganó el cinturón en esa disciplina.

El Ninja Boliviano empezó a luchar desde sus 15 años, sus primeros personajes fueron Black Panter, Águila Tapatía, pero tuvo que revelarse ante su madre, pues su progenitora no le daba autorización para que luchara.

Su mejor pareja en el cuadrilátero es Sombra Junior, sus rivales más exigentes Histeria y Vampiro. Ninja Boliviano sueña algún día enfrentarse encima del ring al mexicano Rey Mysterio a quien está dispuesto a superar por su agilidad. Se declara fiel admirador del Santo mexicano.

Durante varios años peleó en los grupos de Líder, Titanes del Ring, Lucha Fuerte Extrema y actualmente en Reto de Titanes de la zona ferropetrol de El Alto. Afirma ser un luchador independiente. El Matemático fue su primer entrenador, Kung Fu boliviano, Sombra Vengadora y Ángel Azul, sus mentores.

Al margen de luchar, cada fin de semana juega fútbol de salón. Su corazón le pertenece a Bolívar de Tembladerani y Real Madrid de España. Muy joven estudió el manejo de Máquinas Electrónicas Textiles, en la Escuela Industrial Pedro Domingo Murillo e INFOCAL.

Haber brillado en la televisión boliviana, Lucha de Campeones, Titanes del Ring, Estrellas del Ring, fueron sus mayores logros como luchador. Mientras, sus momentos difíciles fueron cuando los hermanos tétricos Fito y Fiño Jordy, le rompieron una silla plástica en la cabeza, provocándole 30 puntadas que le obligaron a dejar la lucha libre durante ocho meses.

Su árbitro favorito fue Jimmy Rubiloza, de los Titanes del Ring del Olimpic Ring de San Pedro. Locutor preferido, Juan Astorga, conocido como “Doctor Salsa”. Recuerda con los ojos llorosos haber entrenado un año y cuatro meses para subir al cuadrilátero por primera vez con el pseudónimo de Black Panter, evento llevado adelante en el coliseo municipal en la década de los ochenta.

Sobre el fenómeno de las “Cholitas luchadoras”, el Ninja Boliviano afirma que ellas se han convertido en un atractivo para los turistas extranjeros que llegan a La Paz.

“Las cholitas luchadoras están en su auge, el extranjero delira con las polleras de las mujeres aymaras”, afirmó.

Texto y fotos: Alberto Medrano
Fuente: Visor Bolivia



domingo, 7 de mayo de 2017

Ninja boliviano en el periódico El Alteño

La nota periodística del Ninja boliviano salió publicado el domingo 7 de mayo en el periódico El Alteño.




miércoles, 29 de marzo de 2017

Halcón Dorado en el periódico El Alteño

La nota periodística de Halcón Dorado salió publicado el pasado domingo 26 de marzo en el periódico El Alteño.



martes, 21 de marzo de 2017

Indio Gerónimo en el periódico El Alteño

La nota del Indio Gerónimo salió publicado el pasado domingo 19 de marzo en el periódico El Alteño.





viernes, 3 de marzo de 2017

Barba Negra, un icono de la lucha libre latinoamericana.

Parece que fue ayer...

El 8 de febrero de 1972...

Nació el luchador boliviano Barba Negra, de brillante campaña en su país y asiduo visitante de la Argentina para los eventos de la empresa Triple L (Lucha Libre Latinoamericana).

Fuente.- BOX Y LUCHA El Mundo del Ring. Revista especializada en lucha libre y box, con más de 60 años de experiencia.



lunes, 27 de febrero de 2017

Vivencias de la lucha libre: “Yo soy el Indio Gerónimo”

El Alto, 26 febrero.- Su nombre real es Raymundo Saire. En 1990 fue el principal promotor de Los Titanes del Ring del Multifuncional de la Ceja de El Alto. Actualmente, radica en Cochabamba dedicándose a la panadería junto a su esposa. Tiene tres hijos, Wálter, Judith y Brígida con su pareja María Eugenia Durán. Hijo de Justina y Julio (+). Su progenitor fue íntimo aficionado al boxeo. Saire ser amigo del mexicano Huracán Ramírez.

El Indio Gerónimo tiene los cabellos blancos por las tristezas que le otorgó la vida. Hace nueve años luchó por última vez en Argentina, compartió cuadrilátero con Solfeador y los hermanos Comando gracias a la invitación de Erasmo Chambi (Ciclón) junto a Wálter “Tataque” Quisbert, Sombra Junior y Elizabeth Rompecorazones.

Empezó a luchar desde sus doce años cuando lucía melena larga. En su hogar posee una amplia colección de fotos peleando con mexicanos, también guarda películas del Santo, Blue Demon, Huracán Ramírez y Mil Máscaras. “Bolivia fue la casa de los luchadores mexicanos caracterizada por pelear a ras de la lona y lucha aérea”, recuerda Gerónimo.

Acabó sus combates varias veces con la cabeza reventada de sangre. Cuenta que una vez le dieron con un ladrillo en la frente y fue trasladado a la clínica más cercana, cuando peleaba en el Coliseo Municipal de la Avenida Camacho. “Mi padre quemó con gasolina mis botas y toda mi indumentaria de luchador”.

Al margen de la lucha libre estudió Mecánica y durante años trabajó como técnico en motores de explosión. Fue Intendente Municipal de la Alcaldía de El Alto (1997), y fungió como comandante y director de la policía urbana.

Los más ágiles de la lucha libre boliviana para Indio Gerónimo son Vampiro I, Sombra Junior y Jaider Lee. Con la moral alta afirma ser profesor de Súper Muñeco y La Máscara.

“Tengo el rostro partido, mis dedos están dislocados, mi cuerpo está lleno de marcas. En las mejores épocas de la lucha libre peleamos con una brutalidad tremenda”. Sus adversarios más exigentes durante los grandes momentos del Olimpic de San Pedro fueron Renato Cruz y Míster Atlas.

Desde su visión los mejores árbitros de la lucha libre boliviana son Jimmy Rubiloza (ya fallecido), Alí Farak y Ricky Guerrero, repudia a los nuevos árbitros que se colocan el traje rayado encima del ring. Según Gerónimo el réferi tiene que conocer las mínimas reglas de la lucha libre. Fernando Guiroga, Juan Carlos Pomarino y José Carlos Fernández están entre los mejores presentadores y relatores para su gusto.

Tiene 61 años, le fascina saborear el chicharrón y asado de Cochabamba. Cuando llega a La Paz se siente seducido por el plato paceño y ají de fideo.

ADMIRABA AL COMPADRE PALENQUE

Posee decenas de retratos en la sala de su hogar enalteciendo la labor de Carlos Palenque por colaborar a los más pobres cuando conducía la Tribula Libre de Pueblo del Sistema RTP.

“Carlos Palenque fue como mi padre, todo lo que soy ahora lo debo a ese señor, el compadre fue un símbolo en mi vida. Ese señor fue padrino de mi boda”, recuerda con los ojos llorosos Saire.

Gerónimo también habla de otros luchadores y destaca a Rey Mysterio, luchador mexicano como el más completo de la época actual. Sin Cara, todos los mexicanos tienen una verdadera escuela de lucha libre.

Indio Gerónimo acotó que durante las últimas temporadas fungió como empresario de lucha libre y hace un par de años trajo a grandes luchadores mexicanos a Bolivia, como al Nieto del Santo, Lapida, Parkita y Espectrito. Evento que fue organizado en el Coliseo Cerrado Julio Borelli Viterito en la calle México de La Paz.

DATOS PERSONALES:

Nombre real: Raymundo Saire Carrasco. Nombre de batalla: Indio Gerónimo. Estatura: 1.75 centímetros. Peso: 115 kilos. Edad: 61 años. Plato favorito: Plato paceño y ají de fideo. Gimnasio: Levanta 160 kilos.

Texto y fotos: Alberto Medrano

martes, 21 de febrero de 2017

Halcón Dorado fomenta el deporte con su escuela “Lucha Libre con Altura”

El Alto, 20 febrero.- Halcón Dorado, el experimentado luchador paceño, impulsa esta disciplina en la ciudad de El Alto mediante su escuela denominada “Lucha Libre con Altura”.

Este luchador pertenece al bando de los técnicos lleva 48 años encima del cuadrilátero. Subió por primera vez al ring en 1968 y es hermano de Kimbo. Empezó la disciplina en el club Halcones de la zona Villamil de Rada de la avenida Buenos Aires. Agradece al compadre Carlos Palenque por apoyar los eventos de lucha libre.

Halcón Dorado actualmente impulsa el surgimiento de nuevos luchadores con su escuela “Lucha Libre con Altura”, y cada domingo brinda espectáculos de cachascán en el Coliseo de la calle 4 de Villa Dolores, avenida Antofagasta, a pocos pasos de la plaza Juana Azurduy de Padilla.

Su primer personaje en el ring fue el “Rebelde”, rudo que hizo de las suyas en la lucha libre. Impulsar los “Titanes del Ring” en 1980 fue uno de los mayores logros del peleador y consolidar “Furia de Titanes” durante la década de 1990 registró su mayor alegría. Ahora pretende con “Lucha Libre con Altura” estampar su sello luchístico.

Uno de los secretos mejores guardados fue haber enfrentado a Barrabas y Piel Roja, según Halcón Dorado de los mejores rudos durante 1980. A nivel internacional pelear con Dick Togo (japonés), ha fortalecido su carrera como luchador pues el asiático posee excesiva disciplina encima del cuadrilátero y fuera del ring, en eventos efectuados el año 2012 en el coliseo de Villa Victoria.

“Los jóvenes que quieren pisar el cuadrilátero tienen que empezar practicando lucha olímpica y greco romana, tienen que rechazar las bebidas alcohólicas y visitar constantemente los gimnasios”, exhortó el luchador.

Haber sido estafados por un empresario en Tarija fue muy ingrato, el peleador lo cataloga como su momento más cruel, provocando que los luchadores encabezados por Halcón Dorado acabaran arrestados por la policía.

Según Halcón Dorado uno de los mejores empresarios fue Rodolfo Vega (ya fallecido) y el mejor árbitro fue Jimmy Rubiloza, porque este conocía la mayoría de las reglas de la lucha libre.

Halcón Dorado se declara fiel admirador de los mexicanos Huracán Ramírez y Leopardo, porque fueron sus ejemplos a seguir arriba del cuadrilátero.

Puma Huáscar, Guerrero Ayar, Taurus, Ukamau, Rocky Katari, Águila Guardián, son los nuevos valores de “Lucha Libre con Altura”. En la categoría damas destacan Lucy la Cholita Atómica, Kiara y Minina Méndez, que brillan todos los domingos en el coliseo de Villa Dolores.

Halcón Dorado, cuyo nombre civil es Leocadio López Quispe, ya tiene 63 años, pero mantiene la vitalidad y fuerza que caracterizó su juventud con 73 kilos de peso y 1,62 metros de altura.

En su opinión el luchador Brock Lesnar es un peleador que se sacrifica mucho por dignificar la lucha libre, mientras del lado experimentado destaca a Míster Atlas, que fue “un excelente luchador, lástima que tuvo una vida ingrata”.

Texto y fotos: Alberto Medrano

lunes, 20 de febrero de 2017

Perro Aguayo: Un rudo con mucho carisma

Los espectadores que asistían al Olímpic Ring en los años 80 aplaudían sus presentaciones, ya sea haciendo pareja con Barrabás o El Conde, o para enfrentarse con Ángel Azul o Sombra Vengadora, quien tiempo después llegó a comentar: “Cuando luchaba hacía reír, pero cuando era rudo, era rudo de verdad”. Diez años después de haberse alejado de los cuadriláteros, el Perro Aguayo (Emilio Aruquipa) continúa siendo el rudo más querido de la lucha libre boliviana.

Los primeros acercamientos de Emilio a un ring, no obstante, fueron en torno al boxeo cuando, a sus 10 años, solía ir a los espectáculos que se organizaban en la plaza Pérez Velasco, donde su padre (Juan Aruquipa), quien era policía, representaba al club Litoral en los enfrentamientos boxísticos, a mediados de los años 60.

“Aquella vez se intercalaba una pelea de box con otra de lucha libre. Por mi papá he tratado de incursionar en el box, pero al final me ha gustado la lucha libre”, comenta Emilio, quien además confiesa que fue influido, como muchos otros luchadores del país, por las películas mexicanas de El Santo, Huracán Ramírez, Rayo de Jalisco y Blue Demon, entre otros.

El impacto de los filmes del deporte espectáculo hizo que cada barrio paceño tuviera su propio club, como Los Tigres de la calle Villamil de Rada, Los Atlas de Villa Victoria o Los Pulpos de El Alto. Ese influjo hizo que el joven Emilio y sus amigos también fundaran su propio club, Los Halcones del Norte, al final de la calle Pedro Kramer, en la zona El Calvario.

“Mi papá y algunos vecinos nos ayudaron a armar un cuadrilátero cerca de mi casa. Luchábamos en la calle sobre aserrín o viruta que sacábamos de barracas. No tenía botas, así es que mi mamá me cosió unas medias de lana y me presentaba con eso. Usábamos esos buzos que se ponen en la morenada. Así he empezado”, comenta Emilio, quien no olvida que las peleas eran para personas resistentes, pues aquellos años incluso se rompían ladrillos y adobes en el cuerpo. Todo por el espectáculo.

El luchador que se respete tiene que diferenciarse de otro por la máscara o la cabellera, un nombre atrayente y por el bando que va a representar, señala.

Es por ello que Emilio adoptó Chico Veloz como su primer denominativo, un luchador de estilo técnico con máscara. Pero como se sentía incómodo, al poco tiempo decidió luchar con el rostro descubierto para toda la vida. Y así lo hizo.

Emilio estaba decidido a seguir creciendo como cachascanista, por lo que fue a probar suerte en un club de Vino Tinto junto a Misterio I, Misterio II, Neutrón y Estrella Blanca. “Parece que se creían luchadores grandes, pues no nos dejaron entrar”. Su perseverancia hizo que luego fuera a probar suerte con Los Atlas de Villa Victoria. En ese lugar aprendió más de la lucha libre y también recibió una de sus primeras lecciones ante un deportista reconocido.En la medianera de la década de los años 70 llegó un espectáculo internacional de lucha libre a la sede de gobierno, en la que se presentaba el mexicano El Leopardo. “Yo ni siquiera fui a ver sus luchas, pero un día (El Leopardo) fue a visitarnos a Villa Victoria. Con la experiencia que tenía nos manejaba como a muñecos. A mí, por ejemplo, me alzó sobre sus hombros. Pensé que me iba a lanzar adelante, pero lo hizo atrás y me dejó sin aire, no podía ni hablar. Él me seguía levantando, pero yo dentro de mí le gritaba ¡ya no puedo, ya no puedo!”, rememora entre risas.

Para vencer más retos en esta disciplina, Aruquipa pasó a formar parte de Los Pulpos de El Alto, donde dejó para siempre el estilo técnico para continuar su carrera como rudo. “Es que el rudo tiene más ventaja de agarrar al técnico y maltratarlo, mientras que éste tiene que hacerse golpear, por eso empecé a luchar como rudo y me ha ido bien”, asegura.

Cuando Los Pulpos alquilaron el Coliseo Municipal de la avenida Simón Bolívar en el centro paceño, Aruquipa luchaba mejor y se hacía más conocido, lo que originó que el empresario peruano Rocky Pacora lo buscara para hacer una gira por el país y darle su nombre definitivo.

Nace el Perro Aguayo

“Pacora me dijo: ‘¿Por qué usas ese nombre (Chico Veloz) si tienes un estilo similar al Perro Aguayo de México? Llámate Perro Aguayo’. De esa manera cambié de nombre”, explica Emilio hoy acerca del origen de su denominación como luchador profesional, con el que pasó a integrar después la Asociación de Lucha Libre Profesional Los Titanes del Ring.

En la arena de la zona de San Pedro, el Perro Aguayo se hizo conocido por su estilo de lucha, que combinaba el clásico rudo “sanguinario” con el técnico al que le salían mal los movimientos. “Ese estilo nadie lo ha tenido. Por ejemplo, un técnico pasaba las tres cuerdas de un salto, pero yo a propósito me trenzaba o me tropezaba y eso le gustaba a la gente. Quería que el público estuviese contento, no sintiera dudas de mí, quería que la lucha fuese un poco más alegre”, explica.

Esa capacidad de mezclar movimientos rudos y técnicos con gracia hizo que Emilio fuese uno de los más populares de la lucha libre y que apareciera en las luchas de fondo de Los Titanes.

En las tardes de domingo, el Perro hacía pareja con El Conde de Villa Victoria, Barrabás, Alí Farak, Barón Rojo, Tabaré y Piel Roja, principalmente. “Nunca me voy a olvidar del Piel Roja porque siempre pegaba donde no debía hacerlo, golpeaba en cualquier parte. Era bruto y le tenían miedo”, comenta sobre su excompañero.

De manera individual, en parejas al “estilo mexicano”, tres contra tres “al estilo australiano” o cuatro contra cuatro “al estilo romano”, los rudos solían luchar contra la Sombra Vengadora, el Halcón Dorado, Caballero de Negro, Kung Fu, el Matemático o el Dragón Chino, entre otros técnicos.

De forma paralela a la lucha libre, Emilio conducía un micro del Sindicato Simón Bolívar, donde su popularidad le hizo pasar bochornos ante sus pasajeros. “Durante ese tiempo pasaba calores porque subían al vehículo incluso mujeres y chicos para pedirme un autógrafo”.

Si bien el Perro Aguayo vivió momentos felices junto a Los Titanes, también soportó algunas decepciones, como cuando le quisieron quitar un cinturón de campeón. “En el Olímpic salí campeón de peso semipesado, pero dentro de la empresa querían que devolviera el cinturón a otro luchador en una pelea pactada. Es lo que más me ha decepcionado”, manifiesta el “rudo”, quien como muestra de su desacuerdo no se presentó en aquella lucha.

En contraparte, ante la pregunta de quién fue su maestro en la lucha libre, el Perro Aguayo responde que aquel entonces todos se ayudaban para brindar un mejor espectáculo. “El Sombra Vengadora (Juan Mendoza) ha hecho mucho por la lucha libre, al igual que El Conde (Basilio Ilaya), creo que gracias a ellos hemos surgido y hemos sobresalido más todavía”, resalta, sin dejar de mencionar al Dragón Chino (Fernando Quiroga).

Acerca del fin de los Titanes del Ring, Emilio cuenta que coincidió con una presentación de luchadores mexicanos en el coliseo Julio Borelli. “Desde ahí empezó a caer el show, ya no era lo mismo. Creo que hubo problemas con el dueño de la plaza Olímpic y ya no hubo más luchas”.

“Con los Titanes del Ring tuve una de mis mejores épocas, parte de mi juventud la dejé ahí, porque luché de muy jovencito”, sostiene quien en su carrera ganó un cinturón de campeón y tres cabelleras.

Frente a ese final inesperado, los luchadores se dedicaron a hacer giras por el país y parecía que se iban a dispersar, hasta que en 1998 aparecieron Adolfo Paco y Édgar Patiño, quienes llamaron a los gladiadores de élite con el fin de plantearles un proyecto televisivo: Furia de Titanes.

“Aquella vez nos reunimos con más edad y nos encontramos para recordar viejos tiempos”, cuenta el Perro Aguayo, quien añade que durante un año grabaron luchas para la televisión, que se emitían en ATB los domingos, y que después emprendieron las giras nacionales. “La gente nos conocía en todos los lugares. En La Paz hemos reventado el Coliseo Cerrado. Nos fue tan bien, que la empresa compró un bus exclusivo para los luchadores con el fin de presentarnos en el estadio Félix Capriles de Cochabamba, con un lleno total. Después adquirieron un camión para trasladar el cuadrilátero, así hemos girado por toda Bolivia”, resalta.

Paradójicamente, ese éxito también marcó el final de Furia de Titanes, debido a que ocasionó que Paco y Patiño se separaran como socios y cada cual organizara su propio espectáculo.

Emilio continuó luchando con la empresa de Sombra Vengadora en escuelas y colegios, hasta que en 2005 decidió alejarse de los cuadriláteros. “La lucha ya no es lo mismo que antes, ya no es profesional. Nosotros antes incursionábamos en la lucha olímpica, lucha grecorromana y defensa personal. Hay que saber caer, de donde te lancen tienes que saber acomodarte, pero estos chicos no tienen esa preparación y es muy peligroso para ellos”, comenta el Perro Aguayo.

“La gente valora lo que hacíamos, nos extraña, porque dice que esas épocas fueron buenas, sin menospreciar lo que hay ahora”, opina el luchador, quien se muestra ansioso ante la posible reunión de los Titanes del Ring para hacer su despedida oficial de los cuadriláteros, donde hicieron pasar muy buenos momentos a los espectadores y donde alcanzaron la fama. “Tengo lindos recuerdos de la lucha, me han puesto en un lugar que quizás nadie va a poder llegar. Yo mismo no creo a veces haber llegado a esto”, afirma el Perro Aguayo, quien asegura que “si nos reunimos los antiguos luchadores, volveremos a ser los Titanes del Ring, eso nadie nos va a quitar”.

Detrás del volante de su radiotaxi de la empresa Gaviota, Aruquipa aún es reconocido por los pasajeros, quienes le preguntan si realmente es quien los animaba las agitadas tardes de domingo en el Olímpic Ring de San Pedro.

Y es que el Perro Aguayo mantiene la popularidad de aquellos años, cuando divertía a los espectadores con su estilo propio, que lo convirtió en el rudo más querido del cachascán boliviano. En lucha.

La Razón


sábado, 23 de enero de 2016

Escorpión Rojo fallece a los 45 años

El Alto, enero de 2016.- Eran las 21 horas del pasado jueves, Marcelo Galindo (Escorpión Rojo) dejó de existir a los 45 años, lastimosamente, su última morada fue muy triste al lado de Max (su progenitor).

“Ha sufrido un grave accidente múltiple en el cráneo”, “su cerebro se halla totalmente dañado con fracturas”, “durante sus últimos días se hallaba en estado vegetal”, precisó Max Galindo (Frankestein), quien también fue peleador.

“Antes de fallecer Escorpión Rojo tenía que ser operado con platino en la cabeza”, precisó con lágrimas en los ojos.

Secretos

El enmascarado usó un antifaz del color de la sangre que representa la agresividad. Cuando estuvo encima del ring ejecutó a sus rivales llaves mortales que hacían rendir a sus adversarios en los primeros minutos. Al margen de la lucha libre practico box, lucha olímpica greco romana y judo.

Trayectoria

Es el hijo del legendario luchador Frankestein de Santa Cruz. Su progenitor peleó junto a los Titanes del Ring del Olimpic de San Pedro durante la década de 1980. Durante su carrera luchística perteneció al bando de los rudos.

Información clave

Nombre real: Marcelo Galindo
Maestros: Frankestein, Sombra Vengadora y Halcón Dorado.
Estado civil: Soltero

Texto y fotos: Alberto Medrano



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