Más allá de ser una mujer con valor, Faby Apache, como muchas otras luchadoras, ha demostrado ser una mujer valiente, con los pantalones bien puestos, y sobre todo una madre a todo dar.
Rompió miles de corazones cuando decidió madurar y descubrir una nueva faceta, olvidó por un tiempo los cuadriláteros porque estaba atareada cambiando pañales, amamantando a su pequeño Marvin, pero no le importa porque aprendió que en la vida todo se puede si se quiere. "Todas las mujeres tenemos ese don, aunque todavía vivimos en un mundo de machos que según son el sexo fuerte, las mujeres les damos la vuelta, yo no conozco ningún hombre que pueda educar a los hijos, los atienda, haga labores domésticas, trabaje y se regale una hora para verse bien, se mueren.
"Las mamás que trabajamos somos verdaderas mujeres con valor, valientes y más, lo malo es que nadie lo aprecia, a veces ni los hijos se acuerdan de esto, pero ojalá que en el mundo y en México siga habiendo muchas mujeres con tanto valor, porque por ellas vamos a salir adelante", explicó.
Faby camina y arrastra su maleta, sostiene su bolso de mano y chamarra para su hijo, además carga a su pequeño, en pocas palabras parece malabarista, pero esto lo hace cualquier día de la semana. La gladiadora se emociona con su papel de madre, al grado de que ahora comprende el porqué algunas mujeres le perdonen todo a sus herederos, hasta el que sean delincuentes.
todos los días
"Yo antes me preguntaba cómo pueden callarse tanto dolor, que sus hijos sean drogadictos, delincuentes, borrachos, pero ahora que tengo a mi niño, me doy cuenta que el amor es tan grande que te lleva a hacer cosas que tal vez para los demás son imperdonables. Si estuviera en esa situación le perdonaría a mi hijo todo, pero claro, siempre buscando ayudarlos, tampoco se trata de que te quedes con los brazos cruzados y lo abandones a su suerte, una siempre debe de hacer lo máximo para rescatarlo del mal camino", comentó.El Siglo de Torreon
Rompió miles de corazones cuando decidió madurar y descubrir una nueva faceta, olvidó por un tiempo los cuadriláteros porque estaba atareada cambiando pañales, amamantando a su pequeño Marvin, pero no le importa porque aprendió que en la vida todo se puede si se quiere. "Todas las mujeres tenemos ese don, aunque todavía vivimos en un mundo de machos que según son el sexo fuerte, las mujeres les damos la vuelta, yo no conozco ningún hombre que pueda educar a los hijos, los atienda, haga labores domésticas, trabaje y se regale una hora para verse bien, se mueren.
"Las mamás que trabajamos somos verdaderas mujeres con valor, valientes y más, lo malo es que nadie lo aprecia, a veces ni los hijos se acuerdan de esto, pero ojalá que en el mundo y en México siga habiendo muchas mujeres con tanto valor, porque por ellas vamos a salir adelante", explicó.
Faby camina y arrastra su maleta, sostiene su bolso de mano y chamarra para su hijo, además carga a su pequeño, en pocas palabras parece malabarista, pero esto lo hace cualquier día de la semana. La gladiadora se emociona con su papel de madre, al grado de que ahora comprende el porqué algunas mujeres le perdonen todo a sus herederos, hasta el que sean delincuentes.
todos los días
"Yo antes me preguntaba cómo pueden callarse tanto dolor, que sus hijos sean drogadictos, delincuentes, borrachos, pero ahora que tengo a mi niño, me doy cuenta que el amor es tan grande que te lleva a hacer cosas que tal vez para los demás son imperdonables. Si estuviera en esa situación le perdonaría a mi hijo todo, pero claro, siempre buscando ayudarlos, tampoco se trata de que te quedes con los brazos cruzados y lo abandones a su suerte, una siempre debe de hacer lo máximo para rescatarlo del mal camino", comentó.El Siglo de Torreon
No hay comentarios:
Publicar un comentario