Es como una leyenda india, como una forma de vida que con el paso del tiempo apenas tiene vestigios de su existencia, aún así, en el caso de Faby, de pronto podría rayar en lo palpable, en lo comprobable, en el terreno de una gran historia actual.
Ella es guerrera, poderosa, bella, y su vida gira en torno a la familia, como en las grandes tribus, pero la suya es una de mujeres luchonas, de esas que se han abierto camino en un mundo hecho para los hombres, como una verdadera apache, el mote que defiende en los cuadriláteros… "Por ser mujer ha sido difícil, en México sabemos que el machismo se maneja mucho, pero echándole ganas todo se puede. Las mujeres hemos puesto el nombre de México muy alto, seguimos entrenando y preparándonos fuerte para seguir en la lucha libre".
Pero durante la semana, su rol tiene que ver con distintas facetas, pues aunque de pronto se enfunda en su personaje de gladiadora profesional, también le toca hacerla de mamá, con el pequeño Marvin, por el que ella misma dice: "Vale la pena hacer cualquier esfuerzo y sacrificio".
Es como cualquier dama, con el único plus de que además de ser una deportista de alto rendimiento, es una chica valentona que le toca ver por el futuro de su chaval que, aunque a ella no le causa tanta gracias, también le gustaría seguir sus pasos y por qué no, ser la próxima figura que engalane las planas de COSTALAZOS BASTA!
"A mi hijo lo amo con toda mi alma, él es lo primero en mi vida. Creéme que si yo pudiera quedarme con mi bebé, lo haría, va a cumplir cinco años. Hay veces que cuando venimos a entrenar (martes, miércoles y jueves), tengo que salirme como 20 minutos antes de la clase para ir a recogerlo a la escuela, porque a veces me toca trabajar cinco días seguidos y no lo veo, entonces me dice: 'Mamita ven por mí a la escuela'. Me doy mis tiempos, me levanto temprano, lo dejo, me voy al gimnasio, luego a la casa, le doy de comer, como una madre normal".
¿Qué dice un pequeñín de que su mamá sea luchadora, te ha visto?
Trae la locura de todo niño, quiere ser luchador, pero yo le pediría mucho a Diosito que no fuera; ahora entiendo a mi papá (El Gran Apache), él siempre me decía que no, porque las mujeres son más débiles, más frágiles, 'esto no es para ustedes', nos decía. Hay muchas lesiones, a mí no me gustaría ver a mi hijo así, me muero yo creo.
¿Y en tu caso, porque el ring y no otra cosa?
Por seguir el ejemplo de mi padre, lleva como 30 años en esto, después siguió mi hermana Mary, luego yo. Claro que fue complicado, pero lo hice más que nada por mi papá. Poco a poquito le agarré el gusto y ahorita, a pesar de la dificultad, ya lo domino.
Con todo y que reconoce que esto de los golpes y las patadas tiene un toque varonil bien arraigado, presume con orgullo sus logros y acepta lo que hasta el momento le ha tocado sortear, con todo y que en los carteles su nombre no aparezca hasta arriba, en el lugar que sería para los estelares.
"Tengo los pies bien puestos sobre la tierra, de gane tengo que estoy en la mejor empresa, que es Triple A. Mary y yo cuando apostamos la cabellera en el Palacio de los Deportes, tuvimos un muy buen lugar, que nadie había tenido en mujeres y con eso me doy por bien servida. Yo ya no tengo más que pedir, he tenido máscaras, cabelleras, campeonatos, he tenido de todo".
Ella es guerrera, poderosa, bella, y su vida gira en torno a la familia, como en las grandes tribus, pero la suya es una de mujeres luchonas, de esas que se han abierto camino en un mundo hecho para los hombres, como una verdadera apache, el mote que defiende en los cuadriláteros… "Por ser mujer ha sido difícil, en México sabemos que el machismo se maneja mucho, pero echándole ganas todo se puede. Las mujeres hemos puesto el nombre de México muy alto, seguimos entrenando y preparándonos fuerte para seguir en la lucha libre".
Pero durante la semana, su rol tiene que ver con distintas facetas, pues aunque de pronto se enfunda en su personaje de gladiadora profesional, también le toca hacerla de mamá, con el pequeño Marvin, por el que ella misma dice: "Vale la pena hacer cualquier esfuerzo y sacrificio".
Es como cualquier dama, con el único plus de que además de ser una deportista de alto rendimiento, es una chica valentona que le toca ver por el futuro de su chaval que, aunque a ella no le causa tanta gracias, también le gustaría seguir sus pasos y por qué no, ser la próxima figura que engalane las planas de COSTALAZOS BASTA!
"A mi hijo lo amo con toda mi alma, él es lo primero en mi vida. Creéme que si yo pudiera quedarme con mi bebé, lo haría, va a cumplir cinco años. Hay veces que cuando venimos a entrenar (martes, miércoles y jueves), tengo que salirme como 20 minutos antes de la clase para ir a recogerlo a la escuela, porque a veces me toca trabajar cinco días seguidos y no lo veo, entonces me dice: 'Mamita ven por mí a la escuela'. Me doy mis tiempos, me levanto temprano, lo dejo, me voy al gimnasio, luego a la casa, le doy de comer, como una madre normal".
¿Qué dice un pequeñín de que su mamá sea luchadora, te ha visto?
Trae la locura de todo niño, quiere ser luchador, pero yo le pediría mucho a Diosito que no fuera; ahora entiendo a mi papá (El Gran Apache), él siempre me decía que no, porque las mujeres son más débiles, más frágiles, 'esto no es para ustedes', nos decía. Hay muchas lesiones, a mí no me gustaría ver a mi hijo así, me muero yo creo.
¿Y en tu caso, porque el ring y no otra cosa?
Por seguir el ejemplo de mi padre, lleva como 30 años en esto, después siguió mi hermana Mary, luego yo. Claro que fue complicado, pero lo hice más que nada por mi papá. Poco a poquito le agarré el gusto y ahorita, a pesar de la dificultad, ya lo domino.
Con todo y que reconoce que esto de los golpes y las patadas tiene un toque varonil bien arraigado, presume con orgullo sus logros y acepta lo que hasta el momento le ha tocado sortear, con todo y que en los carteles su nombre no aparezca hasta arriba, en el lugar que sería para los estelares.
"Tengo los pies bien puestos sobre la tierra, de gane tengo que estoy en la mejor empresa, que es Triple A. Mary y yo cuando apostamos la cabellera en el Palacio de los Deportes, tuvimos un muy buen lugar, que nadie había tenido en mujeres y con eso me doy por bien servida. Yo ya no tengo más que pedir, he tenido máscaras, cabelleras, campeonatos, he tenido de todo".
Diario Basta
2 comentarios:
Sabes, deberías de leer mas y abstraer mejor,pq en su momento la misma Faby afirmo no ser una diva, sino una luchadora, q grueso error
Muchas gracias por visitar www.luchalibrebol.com, tomaremos en cuenta su sugerencia.
Un abrazo.
Atte.:
@luchalibrebol
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