Un deporte de combate ultraviolento, conocido como "Artes marciales mixtas", es cada vez más popular en Canadá, donde tiene más fanáticos que el boxeo.
Esta mezcla de boxeo, lucha libre y artes marciales se conocía en los años 1990 como "Ultimate Fighting". Eran combates clandestinos y sangrientos entre dos competidores muy poco protegidos en un ring a veces cubierto de una malla.
Actualmente los combates de MMA, muy bien organizados por promotores profesionales, suplantan al boxeo tradicional en Canadá en las preferencias de los hinchas de la lucha.
A pesar de una costilla rota, el francés Moisés Rimbon, quien recientemente ganó una pelea en Sherbrooke, a 150 km de Montreal, minimiza la reputación de violencia de este deporte.
"Si hubiera hecho boxeo, tendría un ojo negro, seguro...", dice.
"Tendría la cabeza hinchada, con esto tengo guantes que son mucho más pequeños y no tengo ninguna marca en la cara... En esta variante del boxeo y la lucha podemos mitigar algunos golpes", asegura el luchador.
Para vivir de su deporte, prohibido en Francia, decidió radicarse en Canadá. Otros profesionales extranjeros siguieron su ejemplo.
Casi todos los fines de semana hay una velada de MMA en alguna ciudad canadiense. Los jóvenes quebequenses alientan a sus héroes, mientras la televisión para abonados transmite las peleas y recoge los dividendos.
Legal en Quebec desde 1998, pero prohibida en algunas provincias de Canadá, incluyendo Saskatchewan, Terranova y Labrador, Isla del Príncipe Eduardo y Nuevo Brunswick (excepto en Moncton), esta disciplina sigue siendo criticada por la Asociación Médica Canadiense, que señala las "secuelas" en el cerebro de los luchadores y pide su prohibición.
Aunque no ha habido muertos en Canadá por practicar artes marciales mixtas, sí se registraron dos fallecidos en Estados Unidos en 2007 y 2010.
Las MMA también se han convertido en una cuestión política. Ryan Leef, diputado de Yukon y ex combatiente, propone una ley para legalizar claramente esta práctica en todo Canadá. Actualmente, el Código Penal sólo permite el uso de puños en la lucha organizada entre amateurs.
Para autorizar las MMA, algunas provincias consideraron que era una disciplina profesional, escapando así a la prohibición federal.
Pero Leef quiere acabar con esta ambigüedad.
"Prohibir no es una solución", afirma el diputado. Según él, en lugar de eso debería ser menos peligroso para los profesionales, con los reglamentos e instrucciones correspondientes.
"Pero enterrar nuestras cabezas en la arena y decir 'Hay riesgo de lesiones', hay que prohibirlo' no es la respuesta correcta, no es una respuesta que los canadienses y los atletas que practican este deporte pueden aceptar", dice Leef.
El parlamentario tiene el respaldo de varios diputados liberales, entre ellos Justin Trudeau, hijo del exprimer ministro Pierre Elliott Trudeau. Justin Trudeau fue noticia recientemente por organizar un combate de boxeo -que él ganó en tres asaltos- contra un diputado conservador, recaudando unos 300.000 dólares para la lucha contra el cáncer.
Un espectador francés del match de Sherbrooke, Jean-Philippe Daoust, explica porqué le atraen las MMA. "Sacan el animal", dijo. "Se lucha como se puede con los medios que se tienen, con todo lo que se tiene. Luego, al final, está el sobreviviente, el que más se adapta es el ganador".
AFP
Esta mezcla de boxeo, lucha libre y artes marciales se conocía en los años 1990 como "Ultimate Fighting". Eran combates clandestinos y sangrientos entre dos competidores muy poco protegidos en un ring a veces cubierto de una malla.
Actualmente los combates de MMA, muy bien organizados por promotores profesionales, suplantan al boxeo tradicional en Canadá en las preferencias de los hinchas de la lucha.
A pesar de una costilla rota, el francés Moisés Rimbon, quien recientemente ganó una pelea en Sherbrooke, a 150 km de Montreal, minimiza la reputación de violencia de este deporte.
"Si hubiera hecho boxeo, tendría un ojo negro, seguro...", dice.
"Tendría la cabeza hinchada, con esto tengo guantes que son mucho más pequeños y no tengo ninguna marca en la cara... En esta variante del boxeo y la lucha podemos mitigar algunos golpes", asegura el luchador.
Para vivir de su deporte, prohibido en Francia, decidió radicarse en Canadá. Otros profesionales extranjeros siguieron su ejemplo.
Casi todos los fines de semana hay una velada de MMA en alguna ciudad canadiense. Los jóvenes quebequenses alientan a sus héroes, mientras la televisión para abonados transmite las peleas y recoge los dividendos.
Legal en Quebec desde 1998, pero prohibida en algunas provincias de Canadá, incluyendo Saskatchewan, Terranova y Labrador, Isla del Príncipe Eduardo y Nuevo Brunswick (excepto en Moncton), esta disciplina sigue siendo criticada por la Asociación Médica Canadiense, que señala las "secuelas" en el cerebro de los luchadores y pide su prohibición.
Aunque no ha habido muertos en Canadá por practicar artes marciales mixtas, sí se registraron dos fallecidos en Estados Unidos en 2007 y 2010.
Las MMA también se han convertido en una cuestión política. Ryan Leef, diputado de Yukon y ex combatiente, propone una ley para legalizar claramente esta práctica en todo Canadá. Actualmente, el Código Penal sólo permite el uso de puños en la lucha organizada entre amateurs.
Para autorizar las MMA, algunas provincias consideraron que era una disciplina profesional, escapando así a la prohibición federal.
Pero Leef quiere acabar con esta ambigüedad.
"Prohibir no es una solución", afirma el diputado. Según él, en lugar de eso debería ser menos peligroso para los profesionales, con los reglamentos e instrucciones correspondientes.
"Pero enterrar nuestras cabezas en la arena y decir 'Hay riesgo de lesiones', hay que prohibirlo' no es la respuesta correcta, no es una respuesta que los canadienses y los atletas que practican este deporte pueden aceptar", dice Leef.
El parlamentario tiene el respaldo de varios diputados liberales, entre ellos Justin Trudeau, hijo del exprimer ministro Pierre Elliott Trudeau. Justin Trudeau fue noticia recientemente por organizar un combate de boxeo -que él ganó en tres asaltos- contra un diputado conservador, recaudando unos 300.000 dólares para la lucha contra el cáncer.
Un espectador francés del match de Sherbrooke, Jean-Philippe Daoust, explica porqué le atraen las MMA. "Sacan el animal", dijo. "Se lucha como se puede con los medios que se tienen, con todo lo que se tiene. Luego, al final, está el sobreviviente, el que más se adapta es el ganador".
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